Que Molestias Sufren Las Personas Intolerantes A La Lactosa

Esta intolerancia no posee efectos graves sobre la salud con una adecuada dieta libre de lactosa, pero sí tiene síntomas molestos. Como sucede con la mayoría de las cosas, no hay una solución mágica y lo más frecuente es continuar una dieta sin lactosa. Sin embargo, desde hace unos años, hay suplementos de lactasa -la enzima que les falta a los intolerantes- en forma de pastillas o cápsulas. También es posible encontrar en la farmacia suplementos de lactasa en gotas, pastillas o cápsulas que asisten a digerir la lactosa.

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Otro ámbito posible es que tomemos considerable suma de leche, fría y de golpe, en tanto que la leche de por sí es indigesta. De tal suerte, la mejor forma de confirmar una intolerancia a la lactosa es acudir a un médico a fin de que nos realice una de las varias pruebas que existen a dicho efecto. En esta prueba, la persona da una muestra de su aliento soplando dentro de un tubo y vuelve a ofrecer otra exhibe tras beber una solución de lactosa o de ingerir un alimento que tiene dentro lactosa. Si la prueba es positiva, indicará una alta concentración de hidrógeno y metano, gases que se producen en altas cantidades cuando la lactosa no se digiere correctamente.

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La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos y en los productos lácteos preparados. Es conocido como «el azúcar de la leche» y es la encargada de aportar su sabor dulce. Se hace una extracción de sangre del paciente para analizar el nivel de glucosa de referencia. Después el paciente consume una pequeña proporción de lactosa y, transcurrido un tiempo, se reitera el análisis de sangre.

Tienen que tomarse cada vez que realices una comida porque su efecto es sólo momentáneo para la digestión de una comida concreta. El único problema de estas pastillas es que debes hallar la dosis adecuada para ti, en tanto que esta siempre dependerá de la relación entre el grado de intolerancia y la proporción de lactosa ingerida en esa comida”, indican desde ADILAC. Por consiguiente, si es tu caso, en primer lugar tienes que reducir el consumo de lácteos o suprimirlo por completo, y llevar una dieta saludable y equilibrada para contemplar las carencias de calcio o vitamina D. Entre los alimentos sugeridos se encuentran las verduras de hoja verde , los frutos secos, el pescado azul (salmón) y las legumbres. ¿Eres intolerante a la lactosa y sufres afecciones intestinales tras ingerir un vaso de leche?

Pruebas De La Intolerancia A La Lactosa

Pero de todas maneras, como se ya se explicó en el artículo sobre las leches sin lactosa, la existencia de lactosa residual en el intestino puede ser buena para progresar la absorción de calcio. Ciertos individuos pueden ver sus efectos de forma inmediata, mientras otros tienen una sensibilidad más alta. Los síntomas de la intolerancia a la lactosa se muestran recurrentemente tras la ingestión de modelos lácteos, logrando ser mucho más intensos cuando se consumen grandes proporciones. Si tras tomarte un vaso de leche u otro producto lácteo sientes retortijones, gases y diarrea, es posible que seas intolerante a la lactosa.

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Además de esto, las bebidas vegetales sustitutivas suelen estar enriquecidas con calcio y vitamina D. La intolerancia a la lactosa es un trastorno que se produce después de consumir la lactosa (el azúcar de la leche) al no poseer bastante lactasa, enzima encargada de digerir este compuesto. Esta absorción deficiente hace gases, vómitos, dolor abdominal, hinchazón e inclusive diarrea, entre otros.

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Este tipo de azúcar lo podemos encontrar en otros varios productos en tanto que se utiliza frecuentemente en la industria farmacéutica y la alimenticia. Diarrea inducida por la malabsorción intestinal y la inversión de la presión osmótica por medio de las paredes intestinales. Según estudios que hizo la comunidad científica y que han sido publicados en gacetas como Nature Communications, hace 5.000 años ya existía la intolerancia a la lactosa. Fue por tal razón que los viejos habitantes de europa adoptaron prácticas agrícolas entre el Neolítico, la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, ocasionando grandes cambios genéticos en la raza humana.

También se conoce que varios alimentos son ricos en calcio y bajos en lactosa, como por servirnos de un ejemplo vegetales de hoja verde (brécol, coles, acelgas, lechuga) y modelos del mar (sobre todo las sardinas en mantiene, también el atún y el salmón). La causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad del intestino para digerirla y convertirla en sus constituyentes . Esta incapacidad resulta de la escasez de un enzima (proteína) denominado lactasa, que se genera en el intestino delgado. Se estima que el 80% de la población mundial (95-100% de los indios americanos, 80-90% de negros, asiáticos, judíos y mediterráneos) padecen intolerancia a la lactosa en mayor o menor nivel. Varios de ellos muestran síntomas que recuerdan al síndrome de intestino irritable.

En España se estima que hasta un 15 por ciento de la población puede verse afectada en algún nivel y instante por la intolerancia a la lactosa. Si te sientes pesado, con determinada hinchazón en el estómago o tienes afecciones intestinales tras comerte un trozo de queso o tomarte un vaso de leche, no debes extrañarte, pues cada vez es más recurrente que bastante gente experimenten intolerancia a los artículos lácteos. La intolerancia a la lactosa es la incapacidad del organismo de digerir la lactosa que está en la leche y sus derivados. La gente perjudicadas no tienen bastante lactasa, la enzima que deja la absorción por medio de la mucosa intestinal, para digerir la cantidad de lactosa consumida. Es poco probable que la cantidad frecuente de lactosa de los fármacos provoque afecciones gastrointestinales, excepto en la situacion de las personas con intolerancia grave. Como referencia, un vaso de leche tiene dentro aproximadamente entre 9 y 14 g de lactosa y la cantidad día tras día de lactosa de los fármacos es habitualmente inferior a los 2 g.

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