Pues estos derechos serían para aquellas naciones que reconociesen de manera oficial su independencia de la madre patria. Antiguas y numerosas recetas prueban en todo el tiempo la utilización del producto en la elaboración de dulces típicos de la zona, tanto de manera familiar como artesanal, de las mucho más antiguas a las mucho más recientes, que sugieren usar la mermelada especialmente para llevar a cabo pasteles caseros. El artículo 18 CE, apartado 1, debe interpretarse en el sentido de que se enfrenta a la legislación de un Estado miembro en razón de la cual este deniega el pago de ciertas posibilidades reconocidas a los cónyuges supérstites de víctimas de la guerra por el mero hecho de que éstos estén domiciliados en el territorio de ciertos Estados miembros. De esta forma, por unos pasteles, valorados como si fueran de oro a juzgar por las últimas cantidades en que se concretan las indemnizaciones, dos países se confrontaron en una guerra costosísima, en recursos y en vidas humanas.
Que se cuide bastante el k escribio lo de la guerra de los pasteles me sirvio para mi tarea. El día 9 de marzo de 1781 empezó la Guerra de Pensacola en Florida, en la cual participó el militar español Bernardo Gálvez. Y sin reconsiderar su postura, Guadalupe Victoria puso a la cabeza al general Antonio López Santa Anna, a librar una batalla contra las impertinencias francesas y con vistas de mandar a todo aquel ejército en el fondo del mar.
Fin De La Guerra De Los Pasteles
El feroz asedio y la resistencia numantina de aquellos bravos colonos, ha valido para colocar La Guerra de El Álamo en los libros de historia. Entre el 23 de febrero y el 6 de marzo de 1836, en que se genera el asalto final, murieron todos y cada uno de los defensores y los pocos que quedaron vivos, malheridos, hambrientos y agotados, fueron pasados a cuchillo por el ejército mexicano. Lo más conocido de esa campaña fue la toma del fuerte de El Álamo, acción heroica de un puñado de colonos norteamericanos que opusieron una resistencia férrea al poderoso ejército mexicano y que fue inmortalizada por el cine en una famosa película del año 1960 que dirigió el mítico John Wayne, que también hacía de protagonista junto a Richard Widmark y un largo reparto estelar. La cinta fue tan conocida por sus valores cinematográficos como por su música, compuesta por Dimitri Tiomkim que fue nominado al Oscar por ese trabajo y de entre su muy bella banda sonora resalta la canción The Green Leaves of Summer.
Tras las múltiples demandas de diferentes afectados por esta clase de comportamientos salvajes; el emisario exigió a las autoridades gubernativos la indemnización económica de sus compatriotas afincados en el país; y utilizando la delicada situación, Deffaudis se atrevió a reclamar la firma de un tratado comercial que comprometía a los intereses del gobierno mexicano. La causa oficial de la intervención francesa en este país fue la suspensión de los pagos de la deuda exterior a Inglaterra, Francia y España, viendo que el estado de ruina económica en que se encontraba el erario mexicano; mas la causa real no fue otra que el derecho del más fuerte para atropellar al enclenque. El 27 de noviembre de aquel año de 1838, viendo que no se lograba negociar ningún acuerdo con el gobierno mejicano, la flota francesa empieza a cañonear el fuerte de San Juan de Ulúa que construyeran los hombres de Hernán Cortés en 1519. Pero el gobierno mexicano no cede y en el mes de octubre, viendo que el bloqueo se alarga más de la cuenta, el gobierno francés manda otras veinte naves de guerra, a cargo del contralmirante Converses Baudin, nombrado Ministro Plenipotenciario con aptitud para entablar negociaciones con el gobierno de Bustamante. «En el último mes del año de 1838 Victoria volvió a defender Veracruz, convocado por Santa Anna durante la llamada Guerra de los Pasteles; la marina de guerra francesa había tomado Ulúa y tenía bloqueado el puerto.
¿cuál Fue La Causa De La Intervención Francesa?
Por tal razón el pueblo mexicano llama a eta guerra con Francia la Guerra de los Pasteles. Lógicamente esta no fue la razón del enfrentamiento, sino que brotó de una secuencia de inconvenientes y encontronazos, que terminó en un conflicto abierto. Francia deseaba algunas virtudes comerciales y se encontró con la posición encontrada de México. Aún a pesar de la valentía y el arranque bravucón de los mexicanos, no saldrían favorecidos a lo largo de la guerra; Santa Anna perdería una pierna y finalmente se tuvo que abonar una indemnización. El gobernante, con mucha pena, se negó a consentir a los galos con la firma de un acuerdo económico por el contexto político de la recién emancipada nación de la Corona de España.
El barón Antoine-Louis Deffaudis, encargado de tratar con el gobierno mexicano, abandonó la negociación en el momento en que conoció el acuerdo con los españoles. El barón fondeó sus barcos de guerra en la isla de Sacrificios, cerca de Veracruz, y desde este sitio lanzó un ultimátum que vencía el 15 de abril de 1838. México se negó a abonar la indemnización requerida y empezó la primera intervención francesa en el país. El general Santa Anna se dirigió hasta Veracruz confiado en reiterar una nueva victoria tras sus últimos éxitos militares, pero el ejército francés fue el vencedor de esta guerra.
México, La Expansión Del Mercado Francés
Esa circunstancia es aprovechada por Francia que se está recuperando de la crisis internacional a la que le ha llevado la debacle de Napoleón y presiona al gobierno Mejicano, que hace oídos sordos. Esto causó graves revueltas en Méjico que no comprendía de qué manera un país de cinco millones de kilómetros cuadrados era derrotado por unos desarrapados sin organización y además de esto infligiendo una derrota tan humillante. Allí fue sorprendido y vencido en veinte minutos por el ejército insurrecto, hecho prisionero y obligado a claudicar ante los rebeldes, los cuales alcanzaron la independencia del territorio que se llamó Estado de Tejas y que era popular como “El de la Estrella Solitaria”. Después de esta esencial batalla, que no sirvió para otra cosa que engallar al general, Santa Anna marchó en pos de ciertas columnas de insurgentes que mandaba un Samuel Houston, personaje que dio nombre a la ciudad más importante del presente Estado de Tejas. Francia deseaba algunas ventajasn comerciales y se encontró con la posición encontrada de México.
Tres días después, Méjico declara la guerra a Francia y el presidente llama al General Santa Anna a fin de que se haga cargo del ejército que debe de confrontar a los franceses. El embajador francés, regresa a Europa a recibir normas y vuelve al Nuevo Planeta acompañado por una flota de diez barcos de guerra, al cargo del Almirante Bazoche. El cambio del peso por euros, en aquel instante, se escapa a mis conocimientos, pero por muy barato que estuviera, sesenta mil pesos, me parece una cantidad desorbitada para cubrir los perjuicios de una merendola de oficiales que se van sin abonar.
¿cuál Fue El Fundamento Que Produzco La Guerra De Los Pasteles Entre México Y Francia?
Inglaterra —que asimismo veía conminados sus intereses de tipo económico en la región— medió para hallar un convenio de paz, en el que se fijo la indemnización que debía abonar México. El incumplimiento del abono de esta deuda provocó la segunda intervención francesa en 1861, cuando el presidente mexicano Benito Juárez decidió suspender pagos. La Guerra de los pasteles fue un conflicto bélico entre México y Francia, que tuvo lugar entre el 16 de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839. El embajador Francés, el barón Deffaudis, recibió una serie de peticiones por la parte de los mercaderes franceses que residían en México para su presentación y gestión.
Entre estas reclamaciones se encontraba una firmada por el dueño de un restaurante, un hombre llamado Remontel, que solicitaba ser indemnizado económicamente por el hecho de que en 1832 ciertos oficiales del presidente Santa Anna habían comido unos pasteles y se habían ido sin pagar la cuenta. Francia y Méjico tenían firmado una especie de convenio o acuerdo llamado Afirmaciones Provisionales que sentaba las bases para la normalización de unas relaciones diplomáticas tras la independencia del país azteca. Unos disturbios habidos en Méjico, supusieron daños para ciudadanos franceses afincados en las tierras del Nuevo Mundo, por lo que Francia exigió el pago de unas indemnizaciones altísimas, que Méjico no estaba dispuesto a pagar. Aunque su origen se remonta a unos años antes, en el momento en que un repostero francés, que tenía su negocio en Tacubaya —una población cercana a la actual capital de México—, denunció a su gobierno que múltiples militares mexicanos se fueron de su lugar sin abonar. Esta no era la única queja por esta razón; otros comerciantes habían denunciado a los oficiales del general Santa Anna por comportamientos afines,si bien tras todas y cada una estas reclamaciones estaban los problemas que Francia, debido a sus metas comerciales, estaba teniendo con México, y que también habían surgido en otros lugares de América, como Montevideo y Buenos Aires. La situación diplomática se tensó aún mucho más en el momento en que España y México firmaron unos acuerdos que privilegiaban a los primeros.