Pone tu pulgar por la parte de arriba del pie y los dedos sobrantes por la parte de abajo. Sí, es nivel profesional, pero con un poco de práctica y una actitud serena, es más que viable. En el momento de tomar la copa por el tallo puedes llevarlo a cabo con tres o cuatro dedos. Te sugerimos que, si no tienes mucha costumbre, lo hagas con 4 dedos puesto que de esta forma vas a tener mucho más área de acompañamiento y evitarás accidentes inopinados. Un vino demasiado frío parecerá siempre y en todo momento carente de aromas y sabores en tanto que las sustancias aromatizadas en el no alcanzan la temperatura necesaria para volatilizarse y ser percibidas por nuestro olfato. Un vino demasiado caliente en cambio, resultará alcohólico, ya que el alcohol se volatiliza en cantidades mucho más enormes a medida que incrementa la temperatura, tapando el resto de aromas.
Esperamos que te haya servido de ayuda y que ahora consigas disfrutar de todos y cada uno de los matices del vino tinto. A veces nos dejamos llevar por las ganas de evaluar ese vino tinto que disponemos enfrente y solamente le dejamos tiempo a fin de que respire. Sí, el vino precisa respirar después de ser servido en la copa. Durante el periodo de tiempo de embotellamiento, el vino crea todo tipo de sustancias y al abrirse necesitan unos minutos para liberarse o transformarse.
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Los especialistas catadores sí que pueden sostenerla por el pie. seguramente sea una de las formas más habituales de coger la copa de forma errónea. Por eso, es primordial que cojamos la copa de vino siempre y en todo momento por el mástil, en tanto que vamos a tener el bastante equilibrio para supervisar la copa según el vino que haya en ella. Si la cogiéramos por arriba lo único que haríamos sería calentar el vino que vamos a tomar y perdería su aroma y gusto perfecto. Y es que el simple hecho de mantener una copa entrega a la persona un plus de elegancia y clase.
En este caso lo atribuye al género masculino, en su especial estudio de observación. De Séneca a García Lorca pasando por Oscar Wilde, el mundo de la literatura y el arte jamás ha podido resistirse, así sea amargo o dulce, al aroma de un buen vino. Así sea para disfrutar en una comida o solo, con amigos o familia, esta bebida siempre resulta ideal y, en nuestro país poseemos la suerte de contar con una gran calidad en la materia.
Las Buenas Formas
A menor temperatura, menores son los aromas, pero si superamos la temperatura recomendada solo percibiremos alcohol. Así que, singularmente en el momento en que bebamos un vino blanco o un cava, cuyas temperaturas de servicio recomendadas son frías, deberíamos coger la copa por el tallo y de esta forma sostenerlo frío a lo largo de más tiempo. Lo primero y más visible que tienes que saber es que el tallo se diseñó para que pudieras mantener la copa con la yema de los dedos y no modificar la temperatura del vino, y, consecuentemente, mantener su aroma y gusto. Si la sostenemos por el pie o base, en dependencia de lo llena que esté la copa, no vamos a tener suficiente equilibrio y podríamos verter el contenido.
Al fin y al cabo, la temperatura ideal del vino tinto acostumbra establecerse aproximadamente en los 14ºC para tintos jóvenes y en unos 16ºC si tienen crianza. La clave con el vino tinto está en hallar que sea agradable al paladar. Comunmente, cuanto más «caliente» esté un vino (hacia los 20ºC), más aromático y meloso va a ser ya que sus matices se apreciarán mucho más claramente.
No solo en cuestión de comprender el origen, la calidad, el color o la textura, sino que además de esto debemos entender cómo coger la copa de vino adecuadamente. Da lo mismo si sabes o no cómo llevarlo a cabo, el día de hoy te contamos de forma rápida un manual breve para quedar con el resto de convidados como el más entendido en el mundo de la enología. Si bien no dudamos de que en ciertos casos el protocolo no es lo mucho más práctico viable, la forma adecuada de sostener una copa de vino tiene bastante sentido y viene motivada por varios causantes. Lo ideal es sujetarla por el tallo con las yemas de los dedos.
Por desgracia, habitamos un mundo de excesivo postureo donde pequeños datos en momentos clave, nos pueden llevar a la gloria o a los avernos. Saber, o, mejor dicho, aparentar entender de vino, importa y bastante mucho más de lo que imaginamos, puesto que para muchos es un diferencial social y educacional. Y créenos, no saber de qué manera se coge una copa de vino puede dejarte en muy mal rincón. Une la base y el cáliz y ha de ser lo bastante largo para que no toquemos el cuerpo de la copa, ya que, de esa manera, calentaríamos el vino con los dedos. Sirve aproximadamente unos 40 mililitros de vino en la copa, huélelo, y prueba ciertos sorbos de vino antes de tomar una copa.
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Agitar el vaso quita oxígeno del aire y también acentúa los aromas del vino. Si repletas el vaso bastante es difícil llevar a cabo girar el vino, lo que le impide respirar y abrirse antes de tomar. Posiblemente haya visto catadores de vino virando la copa antes de tomar. La gente que no suelen tomar vino ven esto como algo esnob, pero en realidad lo hacen con un propósito. Vino se ve mucho más afectado por la combinación de alimentos y la temperatura que por la manera de la copa. Las copas de vino no se llenan hasta arriba sino que se llenan a medias para dejar al vino respirar.
La razón de ser de este envase es exactamente que abarques con tu mano el cuerpo, para mantener la temperatura, en un caso así más ardiente, del licor. Hay que tener en cuenta que cualquier líquido, en el momento en que está mucho más caliente, desprende más aromas, pero también se nota con mucho más fuerza la presencia del alcohol. Por poner un ejemplo, un gran vino como elAalto 2017 se puede tomar mucho más caliente que uno más de períodico como el Laya 2018, aun teniendo cada uno sus virtudes y momentos de disfrute. A fin de que el vino tenga su máximo efecto debemos tomarlo en el momento de la comida o el almuerzo, puesto que si lo tomamos en horario de trabajo nos queda un gusto un tanto extraño.
Si la cogemos por el cáliz, lo que haríamos sería el calentar el vino innecesariamente. Como sabes, cada vino tiene su temperatura óptima y si mantenemos la copa de esta manera estaríamos calentando el producto y como resultado alterando la anatomía y el gusto del vino. Además, si sostenemos la copa por el cáliz, estaríamos dejando las huellas y marcando toda la copa, lo que nos impediría apreciar el vino que estamos degustando con su gama de matices. Si tomas vino la copa se sujeta por el tallo o unión que une el pie con la base del recipiente. El contacto excesivo de la mano con el cáliz puede calentar el vino y empeorar la experiencia en boca.
El Postureo Del Vino
Como norma general, la copa hay que cogerla por el tallo con las yemas de los dedos. Comentan que el vino pertence a las bebidas mucho más saludables del mundo. El consumo moderado del vino cuenta con varios provecho para la salud y el organismo, en tanto que asiste para achicar el riesgo de algunas enfermedades y a relajar el cuerpo, así como sostener una actitud efectiva. Más importante aún, el calor de sus manos excita el vino, por lo que mantenerlo en el tallo lo sostiene fresco por más tiempo.