Lo corroboran unos doscientos versículos contra los judíos y unos cien contra los cristianos. Entre los rasgos con los que el Corán los caracteriza, los seguidores de Mahoma son aquellos a quienes Dios dirige o guía por el sendero recto, o hacia la realidad. Esta iniciativa de estar dirigido por Dios abunda en capítulos precedentes a la hégira mucho más que en los siguientes . Pero, en un buen número, presenta la forma negativa, como esos a quienes Dios no dirige , que son opresores, descreídos, perversos, mentirosos y extraviados. Se los recrimina aún con mayor acometividad en los capítulos poshegíricos.
El simbolismo de prosternarse representa visiblemente el acatamiento del esclavo al amo, y coincide formalmente con la pleitesía ante el soberano absoluto o el déspota oriental. Respecto a Dios, representa la actitud de miedo y sumisión sin límites que se pide al musulmán frente al omnipotente. Un contraste igualmente firme lo podemos encontrar en la forma de comprender la práctica de la oración, que nos destapa esenciales claves sobre la teología desde la que uno y otro sistema comprende la relación con Dios.
«noadoréis Mucho Más Quea Dios»corán 52
Además, el Corán entrega mayor nivel de sacralidad a unos santuarios o mezquitas que a otros. Por su parte, los Evangelios cuentan que Jesús fue al templo de Jerusalén en diferentes oportunidades. Allí enseñaba y curaba, y de allí expulsó a los mercaderes (Marcos 11,15-17).
Desde ese momento, comienza a predicar en La Meca y, al ser perseguido, emigra a la localidad de Medina en el año 622.Ese éxodo se conoce con el nombre de \’Hegira\’ y es la fecha que marca el comienzo del calendario musulmán. Tras la desaparición de Mahoma, personas cercanas a él que habían escuchado sus mensajes han comenzado a redactar de todos estos sucesos; diríase que el secretario del profeta redactó 114 episodios, llamados Suras, que componen el Corán. Además del Corán, los musulmanes se rigen por otro artículo sagrado, la Sunna. Aquella revolución recibiría el nombre de islam, esto es, sumisión. En efecto, desde la hégira, los creyentes obedientes, bajo el mando de Mahoma, marcharon en armas al combate apocalíptico, a la guerra por la conquista escatológica, a la agresión eficaz contra tribus, ciudades y países alén de Arabia. En estas acciones de los primeros tiempos, aún no se distinguía enteramente entre un territorio interior y un afuera.
«¡señornuestro! Hazde Nosotros Unos Sumisos A Ti Y De Nuestra Descendencia Un Pueblosumiso A Ti»corán 87
La Kaaba está cubierta por una lona negra decorada con franjas doradas y con versículos del Corán bordados en ella. En la esquina sudeste, junto a la puerta, se encuentra la Piedra Negra, que era venerada por los fieles desde mucho antes que se fundase el Islam. Tras conocer los sitios sagrados de La Meca la peregrinación llega a su fin durante el décimo día, en el que se ofrece a Dios un animal en sacrificio, comunmente una cabra o un cordero. Sus episodios vitales mucho más importantes se han convertido en festividades musulmanas . La escapada de la Meca hacia la localidad de Medina se conoce como Hégira y marca el inicio del calendario musulmán.
Todas ellas se basan en el Corán, en la llamada tradición del profeta y en los comentarios tradicionales, sobre los que se edificó la Ley islámica, acompañada de una larga jurisprudencia. El mandato divino de imponer esa Ley, como finalidad de todo el sistema, es lo que legitima, a ojos de los musulmanes, el recurso a la yihad como verdadero instrumento que sosten todos y cada uno de los pilares. A la edad de 43 años se le hace aparición el arcángel Gabriel, quien le declara que fué escogido por Alá para predicar sus creencias por todo el mundo.
Se cree que el ayuno, de la misma forma que la oración, acerca al hombre a Dios, recordándole que hay cosas más importantes que la comida y la bebida, además de hacerlos comprender y comunicar los males de los pobres. Los musulmanes piensan que Alà (“Dios”) es todopoderoso y el único constructor del mundo. No tiene ni hijos ni hijas y, por ende, su religión no acepta a Jesucristo como hijo de Dios, aun en el momento en que sí cree en los profetas y sus mensajes. La palabra de Dios, enviada a través de el, servirá de guía a los hombres desde su temporada hasta el día del Juicio Final. CORÁN. Es fruto de las revelaciones memorizadas por Mahoma y sus seguidores, que después se compilaron.
Lo determinante son los modelos de vida a los que los fieles se adhieren y marcan su pertenencia a la comunidad. Toda sociedad, igual que todo movimiento del signo que sea, exhibe y festeja sus ideales, sus arquetipos. Las sociedades basadas en el orden coránico implantan significados sobre lo que hay que querer y lo que hay que odiar, con un nivel de intolerancia que excluye de la humanidad a cuantos no quieren comunicar su verdad.
«diosama A Los Quetemen» Corán 89
Es conocido que tanto los Evangelios como el Corán heredaron plegarias, salmos e himnos de la tradición hebrea, pero luego cada uno los amoldó a su estilo y los interpretó con arreglo al sesgo de su propio dogma. De ahí que, asimismo en el rezo, podamos advertir las mutaciones que pasaron durante la bifurcación que desembocaría en la novedosa religión de Mahoma. Aunque sorprenda, el Corán no relata expresamente la circuncisión, ni la masculina, ni la femenina. No obstante, es una situación a la que el planeta islámico da una relevancia capital. Los ulemas no vacilan en defender la proposición de que es un mandato divino.
De los 2 miembros del enunciado, solo el primero se halla en el texto coránico, donde la oración «no hay mucho más dios que…» se repite 39 ocasiones. El esfuerzo del que dan testimonio estas páginas va dirigido precisamente a examinar y dilucidar cuáles son los significados anotados en ese Corán, convertido en libro sagrado y objeto de fe por y para los musulmanes. En grupo, se puede constatar que la sacralización de la literalidad del libro generó efectos deletéreos. Al haber echado la llave a la revelación, al haber clausurado la profecía, el mahometismo ha cortado a toda persona la oportunidad de relación instantánea con Dios. En este aspecto, el texto inmutable no representa un puente, sino más bien una vía fallecida. Para tales creyentes, podría decirse que, de todos modos, adoran el Corán, sin comprender que están idolatrando un libro humano.