Este biscuit es un líquido que llevan usando mucho más de treinta años y que lleva una mezcla de condimentas y extractos. En el hogar podemos sustituirlo por una vaina de vainilla o por el típico infusionado de unos palitos de canela y una cáscara de naranja. Truco, deshacer el azúcar en la mitad de la leche ardiente removiendo bien para que no haya cristales. Saca la bandeja del horno y aún estando templadas, espolvoréalas con azúcar o con azúcar glas.
En ese instante, dales la vuelta de forma cuidadosa a fin de que se horneen asimismo por el otro lado en el transcurso de un tiempo afín. “Como mejor está la torrija es en el día”, explica Puebla. “En el momento en que la metes en la nevera coge frío y se queda un poco tiesa”. “Nosotros en el hotel hacemos 15 o 20 por la mañana, para servirlas como postre en la comida –enseña el chef– y para la cena hacemos otra tanda. Otra alternativa para caramelizar las torrijas es hacerlo con un soplete una vez salgan del horno.
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Coloca un litro de leche entera, una rama de canela y cien gramos de azúcar en un cazo. Empapa bien las torrijas en la leche y déjalas descansar en una bandeja. Es importante que dejes “descansar” las torrijas durante unos 5 o 10 minutos a fin de que el pan adquiera bien todo el gusto de la leche. Mezclar un litro de leche, cien g de azúcar, y añadir una gota de su receta segrega de “biscuit”.
Para ello espolvoreamos el azúcar por arriba y con un soplete de cocina vamos caramelizando la superficie. Cada barra de pan de torrijas tiene ocho marcas o greñas que indican los sitios del corte para sacar ocho torrijas gruesas de cada barra, cortadas en inclinado o al bies. En primer lugar, se parte el pan con un cuchillo afilado en rebanadas de unos 2 cm de espesor, de manera cuidadosa de que no se partan. S no lo puedes encontrar , puedes llevarlo a cabo con chapata, francés o brioche, panes rápidos y airoso que verdaderamente absorben leche y se quedan con la textura como de crema.
Otro sirope que se acostumbra efectuar para las torrijas es un medicamento de azúcar y agua, al 50%. Basta hervir la mezcla hasta el momento en que se reduzca el agua y, al finalizar, añadir una ramita de canela o unas peladuras de naranja, que aportan un satisfactorio aroma. Conque, para realizar la torrija impecable, apunta Puebla, lo primero es hallar un pan en condiciones. Puedes atreverte a llevarlo a cabo en el hogar, puesto que no es muy complicado (hete aquí una buena receta), y hay pastelerías que realizan buen pan para torrijas. Si no puedes realizar ninguna de las dos cosas, el chef sugiere usar un pan que sea del día previo, pero si no es suficientemente sólido, advierte, no va a retener bien la leche.
Torrijas Al Horno Jugosas, Ligeras Y Simples
“se debe tener precaución al poner la torrija pues puede saltar y quemarnos”. Sobre estas líneas, les dejo un comprendio veloz con apariencia de collage de todo el proceso. Antes de pasar las torrijas por huevo y freírlas, es conveniente dejarlas unos minutos sobre una rejilla, a fin de que el exceso de leche que no esté bien absorbida se quede en la bandeja. Así eludimos que el huevo del rebozado quede mezclado con leche -no crearía la cubierta exterior necesaria para la fritura- y también eludimos que al freír las torrijas, la leche en demasía logre saltar y producirnos quemaduras.
En el momento en que chisporrotee tenemos la posibilidad de comenzar a introducir las torrijas, manteniendo el fuego a media capacidad y dando la vuelta a estas para que se frían por ámbas partes. “Si tienes una placa de inducción o vitrocerámica, lo mejor es calentar el aceite al nueve y, en el momento en que el aceite esté caliente, bajarla sobre el seis o el siete”, puntualiza. Bastan dos minutos para freír cada torrija, pero es esencial echarlas como bastante de dos en 2, para que el aceite no se enfríe.
Se pone una olla amplia a fuego prominente, con la leche, la rama de canela, el azúcar y el extracto de vainilla, y se transporta a ebullición para infusionar la leche con las condimentas. Esta receta de torrijas transporta conmigo toda la vida, pues es la que usaba mi madre en el momento en que éramos pequeños. Para realizar las mejores torrijas, hay que utilizar un pan particular para torrija que es mucho más grande y más duro que un pan habitual. “Una vez que el pan ha chupado bien la leche y veas que las torrijas están jugosas –enseña Puebla– las pasas por huevo batido, serenamente, de un lado y del otro, y empiezas a freírlas”. Nos adentramos en el complejo planeta de las torrijas para comprender qué tipo de pan podemos emplear (¿van buenas con brioche o panettone?), de qué forma calentamos la leche , si quedan mejor con aceite o con mantequilla… Pasen y prueben.
De hecho, las torrijas son la receta de aprovechamiento estrella de la gastronomía de españa y el pan con el que siempre y en todo momento se han elaborado es el pan común de siempre que es más que conveniente. Se sacan las torrijas del aceite, se dejan chorrear con la espumadera y se ponen en una fuente una a la vera de la otra, no amontonadas. Cuando llegue a ebullición, se retira del fuego para eludir que se salga, y se deja reposar a fin de que enfríe unos minutos. En unos 10 – 12 minutos, las torrijas van a ir adquiriendo el característico color oro.
A mí me chifla comerlas recién hechas y todavía calientes, ya que su interior es de lo mucho más jugoso y cremoso. Pero el mundo está dividido entre aquéllos que nos gustan las torrijas calientes y recién fabricadas y a los que les agradan frías de el frigorífico, ya que su textura aun jugosa por dentro la asemeja mucho más a un pudding. Es esencial dejarlo reposar un par de minutos y proporcionarles la vuelta con cuidado para que queden bien empapadas por las dos caras. En el momento en que hayan pasado unos minutos, vas a ver que el pan ha absorbido todo o gran parte del líquido. Colocaremos las rebanadas de pan una al lado de la otra en una fuente o bandeja con los bordes altos y verteremos el líquido, todavía ardiente, por arriba.
Las Mejores Recetas De Torrijas Para Semana Santa
En un cazo, coloca la leche a calentar a fuego medio, incorporando los palitos de canela y la cáscara del limón. Durante la fritura es esencial estar alerta a que las torrijas no se quemen. Si vas a hacer bastantes, no tienes que olvidar colar el aceite cada cierto tiempo para eliminar la rebaba del huevo. De este modo evitarás que las torrijas se llenen de los puntitos negros, tan comunes como poco agradables. Puebla admite que las torrijas en las pastelerías “están bastante caras”, sobre 12,5 euros el kilo por lo menos.
Esta, que es el interrogante del millón, no tiene una respuesta válida. El aceite de vegetal es despacio, al paso que el de oliva aporta un toque de gusto. Ya contamos el pan y ahora toca ponerse manos a la obra con la elaboración de las torrijas. La primera cuestión que nos surge es la del grosor de exactamente las mismas y ahí entramos en delicadezas y subjetividades. A nosotros nos agradan las torrijas gordas, tirando a hermosas, por eso cortamos el pan de unos 2 centímetros de grosor.